Soñar con el espacio exterior Rodrigo Santos posa delante del Airbus A380, el avión más grande del mundo con 800 plazas para pasajeros. Rodrigo Santos es uno de los muchos ingenieros que ha probado suerte apuntándose a las pruebas de selección de la Agencia Espacial Europea, que este año ofrecía seis plazas
Desde el principio de los tiempos el ser humano ha anhelado poder volar como los pájaros, utilizando su propio cuerpo como nave. Muchos han sido los que, intentando emular a las aves, han visto quebrados sus sueños y, en muchas ocasiones, alguna que otra costilla. Los primeros modelos ‘serios" de la historia de la aviación vinieron de la mano de los hermanos Orville y Wilbur Wright, que con grandes dosis de paciencia lograron realizar un primer vuelo de escasa duración en el que pudieron ir intuyendo qué era eso de ser piloto. Rodrigo Santos conoce bien las aventuras y desventuras de estos pioneros de la aviación. Este ingeniero segoviano ha trabajado durante los últimos años en la factoría que la empresa Airbus —una de las aeronáuticas más importantes del panorama mundial— tiene en Getafe (Madrid). Santos, al igual que tantos otros, ha soñado siempre con ser astronauta o, al menos, con poder disfrutar de la gravedad cero en el espacio exterior. La Agencia Espacial Europea (E.S.A.) convocó para este año seis plazas para ocupar este empleo. Rodrigo, al ser ingeniero aeronáutico, tenía la opción de probar suerte y no lo dudó. “A esta convocatoria nos apuntamos muchos, entre los que se encontraban más ingenieros de Segovia”. Tras las pruebas de selección, los seis elegidos son examinados concienzudamente mediante pruebas físicas, psicológicas y científicas. Santos descubrió esta convocatoria gracias a gente de su entorno que trabaja en temas aeroespaciales. “Son muchos los que han hecho la inscripción, pero sólo conozco a una persona que pasase la primera fase y haya empezado con las pruebas físicas. Entrar es casi imposible”. Las inscripciones se realizan en la web de la E.S.A., que cuenta con una interesante zona para saciar la curiosidad de los más pequeños. Según cuenta este segoviano, las misiones que realiza la Agencia Espacial Europea están centradas en la construcción de la Estación Espacial Internacional (I.S.S.), centro de investigaciones en el espacio y ejemplo de colaboración internacional. Asimismo, la labor del astronauta en esta infraestructura consiste en realizar experimentos que persiguen el estudio de la naturaleza en microgravedad, ya que esta situación facilita el descubrimiento de nuevos materiales, vacunas, desarrollo de tecnologías... Pero no todo es viajar por el espacio. El astronauta sigue trabajando cuando no se encuentra en misiones fuera de la Tierra, ya sea estudiando o entrenándose, debido a que es necesario mantener una buena forma física, sobretodo con algunos músculos como los de piernas o glúteos, que se hacen más pequeños por la inactividad a la que se les somete en gravedad cero. Aunque Rodrigo supiera que ser astronauta era casi imposible, no renunció a la posibilidad de soñar por unos días. Textos e imagenes tomadas de El Adelantado
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